Publicada en 1878, Marianela es una novela por la que Benito Pérez Galdós (1843-1920) mostró siempre una especial predilección. El relato —en el que se hallan ya las grandes dicotomías de la obra galdosiana posterior: realidad frente a imaginación, progreso frente a ignorancia, caridad frente a justicia social— extrae buena parte de su fuerza dramática de la figura conmovedora de su protagonista, que, enamorada del ciego Pablo Penáguilas, prefiere morir antes de que éste, una vez recuperada la vista, pueda contemplar su fealdad.
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“—¿Qué sientes tú cuando estás alegre?
—¿Cuándo estoy libre, contigo, solos los dos en el campo?
—Sí.
—Pues siento que me nace dentro del pecho una frescura, una suavidad
dulce...
—¡Ahí te quiero ver! ¡Madre de Dios! Pues ya sabes cómo brilla el sol.”
“—Antes me formaba yo idea del día y de la noche. ¿Cómo? Verás: era de día, cuando hablaba la gente; era de noche, cuando la gente callaba y cantaban los gallos. Ahora no hago las mismas comparaciones. Es de día, cuando estamos juntos tú y yo; es de noche, cuando nos separamos.
—¡Ay, divina Madre de Dios!— exclamó la Nela, echándose atrás las guedejas que le caían sobre la frente. —A mí, que tengo ojos, me parece lo mismo.”
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Tenía una idea de lo que iba a encontrar en el libro, porque es uno de los libros favoritos de mi mamá y desde que empecé a leer de forma habitual me ha contado muchas cosas sobre esta historia, lo que no esperaba era que me gustara tanto.
Por la época en la que fue escrito y en la que se desarrolla la trama, es normal, pero tiene un tinte machista, además de la comunidad del pueblo en el que se desarrolla la historia, tiene una mentalidad bastante cerrada.
La verdad tiene su complejidad para poder leerse, no diría que es difícil de entender porque las cosas que no se comprenden no obstaculizan la lectura, y además, muchas palabras se encuentran explicadas a pie de página. Benito Pérez Galdós tiene una forma de escribir muy correcta y bonita, pero muy rebuscada para mi gusto.
Mi parte favorita fue el final (literalmente la última hoja), y no porque se haya acabado el libro, sino porque me pareció una de las partes más bonitas de toda la historia de Nela.
En cuanto a los personajes tengo mucho que decir: Marianela aunque me encantó su personalidad, le falta muchísima autoestima, lo que por supuesto es culpa de todos los que estuvieron a su alrededor mientras creció. Pablo, en un principio me encantaba, pero con el final lo odié; no pienso decir más de él para no hacer spoiler, pero los que lo han leído me van a entender. Celipín, fue mi favorito en definitiva, esas ganas de surgir, estudiar y convertirse en un profesional me matan; además, parece ser el único que realmente quiso a Marianela. Florentina y Teodoro, pese a que querían ayudar a Marianela de una manera distinta y menos frívola que el resto del pueblo, me parecieron muy egoístas, ya que tomaban la personalidad de Nela como un ataque hacia su "bondad" e ingratitud, sobre todo Florentina, Teodoro me pareció más imprudente que otra cosa; recién conociendo a Pablo y hablándole de lo triste que era no poder ver y apenas conoció a Marianela, diciéndole fea y tonta (con otras palabras pero era básicamente eso), sin embargo, no me cayeron del todo mal.
Solo se los recomiendo a aquellos que les llame la atención esta historia y realmente sientan que es el momento para leerla.
¿Ustedes lo leyeron o tienen ganas de leerlo? ¿Les gustó?
Este libro lo leí hace mucho y me pareció muy tristey si bien no odie a Pablo sí que me pareció muy feo todo lo que sucedió con él.
ResponderEliminarMarianela pues nada, que era adorable pero con esa autoestima que se cargaba daban ganas de ir y abrazarla :(
Un beso